viernes, diciembre 08, 2006

Unas fotos, un recuerdo, una historia…

A través de la vida uno tiene a muchos amigos, algunos tienen la suerte de vivir gran parte de la vida en un mismo lugar, otros como yo vivimos en muchos lugares durante nuestras vidas, y vamos perdiendo amigos a medida que avanza el tiempo y los lugares que vamos dejando atrás. Pero a veces tenemos la oportunidad de tener un amigo que si tenemos algo de, Corazón, Disposición, y respeto así nuestros hermanos menores y quizás los mas incondicionales amigos, que son nuestras mascotas, acá la historia de uno de ellos que quizás alguno de ustedes conozca pero quise incorporarla en mi blog por el cariño que le tengo a mi gran amigo el “Intruso” que es mi fiel amigo en este momento.



El diario de un Perrito
(Historia que podemos cambiar)


Semana 1:

Hoy cumplí una de nacido, ¡Que alegría haber llegado ha este mundo!

Mes 1:Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.Mes 2:
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que mi nueva “familia humana” me cuidara tan bien como ella lo había echo.

Mes 4:
He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mi son como “hermanitos”. Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando.

Mes 5:
Hoy me regañaron. Mi ama se molesto por que me hice “pipi” adentro de la casa; pero nunca me habían dicho donde hacerlo. Además duermo en la recamara… ¡y ya no me aguantaba!

Mes 6:Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro, tan protegido. Creo que mi familia humana me quiere y me consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio lo comparto con muchos amigos de mi hermanitos.

Mes 12:
Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis nuevos papas dicen que me llegaron a querer mucho más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí.

Mes 13:
Que mal me siento hoy. Mi mamá no me permite salir a jugar al patio con mi hermanito, por que dice que los papa de mis amigos, se les pase la rabia. No entiendo que pude haber echo mal a nadie.

Después de este aviso, ya no pude volver a jugar en el patio. Dicen que tendré que esperar a que los papas de mis amigos se les pase la rabia. No entiendo que pude haber echo mal.

Mes 16:

Hoy me sacaron de mi casa. De seguro los papas de mis amigos me perdonaron y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía reguilete. Encima de eso me van ha llevar de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me baje feliz creyendo que haríamos nuestro “día de campo”. No comprendo por cerraron la puerta y se fueron. “¡Oigan, esperen!” Se… se olvidan de mi. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.

Mes 17:

He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo de mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen “pobre perrito”, se ha de haber perdido.

Mes 18:

El otro día pase por una escuela y vi mucho niños y jóvenes como mis “hermanitos”. Me acerque, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzo una lluvia de piedras “a ver quien tenia mejor puntería”. Una de ellas me lastimo el ojo y desde entonces ya no veo con el.

Mes 19:

Parece mentira, cuando estaba mas bonito se compadecían de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.

Mes 20:

Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, uno me arrollo. Según yo estaba en un lugar seguro llamado “cuneta”, pero nunca olvidare la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeo con tal de centrarme. Ojala me hubiera matado, pero solo me disloco la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastrare hacia un poco de hierba a la ladera del camino.

Mes 20:

Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frió, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quede en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se esta cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: “No te acerques” Ya casi estoy inconciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su vos me hizo reaccionar.

“Pobre perrito, mira como te han dejado”, decía… junto a ella venia un señor de bata blanca, empezó ha tocarme y dijo: “Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir”. A la gentil dama se le salieron las lagrimas asintió. Como pude, moví el rabo y la mire agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por que tuve que nacer si nadie me quería.

La solución no es echar un perro a la calle, si no educarlo. No convierta en problema una grata compañía. Ayuda a abrir conciencia y así poder acabar con el problema de los perritos callejeros.

Se despide, esperando una luz de humanidad: aquel perrito que abandonaste, que lastimaste, que humillaste, que atropellaste, que injuriaste, que golpeaste, que quisiste y luego olvidaste. El te da una nueva oportunidad, no te falles ni le falles.Este texto me llego, no recuerdo hace cuanto, pero ahora que me he cambiado de casa y he revisado muchas de las cosas que tengo, lo encontré y hacia poco tiempo que había tomado fotos de unos perritos, no están abandonados tiene lugar donde guarecerse de la lluvia, pero igual me recordaban el texto. Si alguna ves te has sentido abandonado imagina que sienten ellos al ser abandonados, ellos nunca pidieron venir ha este mundo ni a vivir así, y pueden entregar mucho amor, horas de entretención y a veces lo mínimo que hacen es cuidarte a ti, o al lugar en que ellos duermen.

Muchas veces se les han mesionado como los mejores amigos del hombre, y creo que es así, te escuchan sin replicarte nada, te acompañan cuando te sientes solo, juegan cuando tú quieres jugar, y nunca te dejan solo.

Y…

Entonces por que somos tan inconcientes y abandonarlos si ellos lo único que hacen es entregarnos cosas buenas a cambio de cariño, un lugar donde guarecerse del frió, un lugar donde dormir y un plato de comida y de agua, para saciar sus requerimientos mínimos.

No seamos animales o mejor dicho seámoslos y seamos menos humanos, calculadores y de esos que al menor problema botamos el problema cosa de no verlo, creando un problema más grande y a la vez un sufrimiento a un hermano menor que nada nos hizo ni nada del otro mundo nos pidió.

Quiérelos, abrázalos, y tu vida estará llena de buenos momento junto a ellos, y si eres de buen corazón y puedes acoge a uno en tu casa, como decía el será el mas fiel que puedas encontrar, y el mas agradecido.

Hoy yo tengo al “Intruso” y no lo dejaría en ningún lugar por nada del mundo es mi confidente, amigo y compañero, cuando llego de mi actual trabajo me mueve su cola, me ronronea y yo lo acaricio y se que el esta feliz de mi llegada, si quieres un buen compañero lo puedes encontrar en muchos lugares, y todo depende de cómo los eduques para que sea tu mejor amigo.

Hasta la próxima bye bye…


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